La Glorieta

Estoy invitando a gente a un retiro de fin de semana. Nadie me niega que es una cosa buena, pero sé que de vez en cuando invitaciones de este tipo llevan a comentarios a lo "¡Ni se te ocurra ir! ¿No ves que te van a lavar el cerebro?"

¿Lavar el cerebro? Suena muy feo. Suena a quitar la capacidad de decisión, de elección, a una persona. ¡Ni hablar del peluquín! Eso no se puede hacer, y además no sé cómo hacerlo... Son meros chismes.

Pero las lavadas de cerebro sí existen: a ver si acierto: son un conjunto de mensajes, maneras de pensar y opiniones que poco a poco se van difundiendo en los medios de comunicación. En la televisión, por ejemplo, una imagen o un comentario subido de tono, que al comienzo, sí, choca, pero después, poco a poco, va entrando suavemente en la cabeza de los televidentes...

Algunos ejemplos: el beso de Madonna a Britney: ya lo han copiado varias/os y poco a poco va dejando de ser una novedad...

A ver si alguna vez hay un poco más de tiempo para analizar algunas de las Lavadas de Cerebro más populares: llevar los pantalones más abajo de la cintura, mostrar el ombligo, la necesidad imperativa de tener enamorada/o, las relaciones pre-matrimoniales, besar en la boca a cualquiera, algunas maneras de bailar "pegaditos"... En fin, cosas que no están bien, pero que se aceptan... Y si alguien se opusiera a todas esas cosas, la respuesta ha de ser "¡Por favor! ¡No seas exagerado! ¡Pero si esto todo el mundo lo hace!" ...

Una noticia sobrecogedora acaba de recordarnos a Terri Schiavo: Donald Herbert, bombero en USA, acaba de recuperarse después de diez años con un severo daño cerebral. No podía hablar ni ver, y se encontraba en estado semi inconsciente hasta el sábado 30 de abril, en que preguntó a la enfermera que lo atendía si podía hablar con su mujer. Él creía que solo había estado ausente tres meses.

Los expertos afirman que el caso no es exactamente igual al de Terri Schiavo, que como dicen, se encontraba en "estado vegetativo permanente" según los médicos. Pero lo cierto es que nadie daba posibilidades de recuperación a Herbert, después de diez años de haber sufrido la lesión. Y sin embargo, sus neuronas se recuperaron.

En conclusión: hay muchas cosas en medicina que no se tienen totalmente claras. Queda la duda de si Terri se pudo recuperar alguna vez. Es más difícil negarlo después del suceso del bombero. Con esas dudas, no se podía decidir que Terri no iba a vivir más. Y peor, con esas dudas, no se la podía haber condenado a muerte por inanición.

No me creías, Pespita cuando tocamos el tema de la Providencia en clase. Hasta dejaste escapar una sonrisita incrédula cuando afirmé que ese cuidado amoroso de Dios está presente en los padres de familia para sacar adelante sus matrimonios. Y también a la hora de hacer uso de los métodos naturales para retrasar -justificadamente, a conciencia- la venida de los hijos...

Y desconfiaste, Pespita, porque no te lo terminabas de creer. Por eso tocaste el caso de tu propia madre: dijiste que le recomendaste que deje de hacer uso de esos métodos "porque no sirven": y allí tenemos como ejemplo al hermanito, que vino al mundo a pesar de los "métodos".Y vimos en clase, Pespita, cómo es que ese hermanito ha sido un auténtico regalo de Dios. Y que hoy, siete años después de su nacimiento, queda claro quen o ha sido una irresponsabilidad haberlo concebido... aunque los médicos hubieran dicho que era muy peligroso para tu mamá... y que traer otro hijo al mundo fuera una catástrofe, por falta de plata, porque no se le podría poner en un buen colegio, porque "nunca tendría lo mejor" (¿qué es "lo mejor", Pespita?)

.Siete años después de esas consideracioines, allí lo tienes: sano, fuerte, feliz; y regalando alegría a toda tu famila. Y tu mamá también: sana y contenta con ese regalo de Dios...

¡Esa es la Providencia, pues, Pespita!

Hace unas semanas quedé con mis alumnos de DSI que publicaría en vitrina la letra de la canción "Sexo", de Los Prisioneros. Se trata de una canción de hace unos veinte años... Nunca me animé a publicarla en vitrina, pero ahora que existen los Blogs, mejor aquí....

Reconozco que, cada vez que la oía, cambiaba inmediatamente el dial de la radio: eso de oír "Sexo, sexo, sexo", me parecía bochornoso e intragable. Sin embargo, con el tiempo me han hecho ver que el contenido de esa canción no es tan pro-sensual como se podría pensar... Y que al contrario, dará a algunos qué pensar...

¿Alguien sabe qué quiere decir eso de "Gamulán..."? Tendré que preguntarle a algún experto...

Aquí está la canción. Quizá en el futuro, cuando entienda cómo descargar en el blog archivos de audio, pueda incluir la música de la canción:

Hace tiempo que deseaba colocar una vitrina junto a mi despacho en la Universidad de Piura para exponer unas cuantas ideas sobre cosas que a uno, de vez en cuando, se le pasan por la cabeza. Ayer recibí un e-mail de un amigo, periodista y educador, que me enviaba la dirección de su "Blog" para pedirme alguna opinión mía. Me sorprendió mucho esto de los "Blogs" y he pensado que, si este amigo mío tiene uno, así de fácil, ¿por qué no voy a tener uno mío personal?

Y así es como acaba de nacer, hace unos minutos, esta "Vitrina Virtual" de la Capellanía de la Facultad de Comunicación de udep. A diferencia de todos los profesores y alumnos de esta queridísima Facultad, no tengo las dotes propias de un buen periodista o comunicador, por lo que desde ya pido disculpas por las numerosas faltas de redacción que estoy seguro de cometer... Pero es que a veces las ideas vienen sin mucho orden ni formalidad, y hay que exponerlas un poco de la manera como vengan... A ver cómo vienen...

Inicialmente había pensado que este Blog se titulara "Capellanía de Comunicación UDEP". Pero a Gloria H. le ha parecido mal... Entonces me ha parecido bien que el nombre sea "La Glorieta", aunque a Gloria le parezca peor... ¡Claro! Y es que desde una Glorieta se ven las cosas cómodamente desde el centro de la plaza, en la sombra, con la oportunidad de comentar todo lo que acontece...

Por ahora, el nombre queda así. Ya veemos si más adelante se encuentra algo mejor...